La alimentación es uno de los factores que más influye en nuestra salud, y quizá es un aspecto que no cuidamos como deberíamos. Esta vez quiero que hablemos sobre cómo mejorar tu dieta diaria incorporando hábitos lentamente, para lograr un estilo de vida más saludable.
¡Eso sí, sin sacrificar lo que más te gusta!
Comúnmente se tiene la creencia de que comer sano es alimentarse mal, y no hay nada más falso. Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a consumir productos procesados, con exceso de azúcar y con grasas saturadas que, sin duda, tienen un impacto en nuestra salud y no sólo pueden hacernos subir de peso, sino a mediano o largo plazo, desarrollando una serie de problemáticas como hipertensión, diabetes y otros.
No obstante, esos tipos de alimentos que nos parecen deliciosos (aunque no parezcan tan saludables) pueden ser sustituidos por otras comidas que te harán sentir satisfecha. También generarán mejoras en tu organismo, entonces, ¿por qué no intentar mejorar, aunque sea lentamente?
¿Cómo mejorar tu dieta diaria en pequeños pasos?
Analiza tu alimentación actual:
El día a día se nos va tan rápido que no prestamos atención a lo que comemos, por ello, lo ideal es hacer un listado de los alimentos que consumes con mayor regularidad. Para lograrlo, necesitas un diario de alimentación en el cual registres todo lo que comes durante algunos días y puedas distinguir cómo te sentías cuando comiste, si tenías hambre o se trataba sólo de un antojo de la tarde y si estabas estresada o ansiosa cuando lo ingeriste.
Reflexiona sobre tu alimentación con esos datos:
Con el diario podrás notar qué hábitos son más recurrentes y, cuáles son sanos o no. De manera que identifiques qué haces bien y puedas definir qué hay que cambiar gradualmente.
En este punto, es fundamental que sepas que, ningún cambio duradero debe realizarse abruptamente. Si quieres mantener una dieta sana, debes mejorar progresivamente y recompensarte cada vez que notes un hábito nuevo. Pues, reconociendo tus logros, estarás motivándote para continuar y se tratará de un proceso que vas a disfrutar, no de un sacrificio.

Acá tienes una guía para incorporar hábitos saludables que te harán tener buena actitud, hasta en los días malos.
Sustituye lo que detectes que no está bien:
Dentro de este viaje habrá múltiples opciones para sustituir malas comidas. Todo depende de la curiosidad que tengas por recetas sanas y deliciosas.
El primer paso es definir cuál será tu compra de alimentos semanal. En vez hacer los Nuggets de pollo fritos, puedes intentar usar el horno o incluso mejor, el airfryer. Igualmente, sustituir alimentos procesados por vegetales o ensaladas con aderezos deliciosos que enamoren a tu paladar.
Una vez identifiques qué puedes sustituir y qué opciones sanas se ajustan más a tus preferencias, podrás incorporar cada vez más hábitos para mejorar tu dieta diaria.

Se trata de un proceso que te llevará un tiempo así que debes ser paciente. Si notas que estás volviendo a tus rutinas alimenticias anteriores, haz una pausa y pregúntate: ¿Por qué estoy haciéndolo?, ¿desde cuándo lo hago?, ¿Cómo detenerme?, etc…
La reflexión será tu mejor aliada, sólo recuerda no ser tan dura contigo por flaquear.
Un verdadero hábito es el que logras con el tiempo. Viviendo un día a la vez, conseguirás que se quede contigo permanentemente.
Para mejorar la alimentación e incluir el ejercicio en tu vida la disciplina es la mejor aliada, y si buscas reducir tallas, la faja de látex es un acelerador de resultados que junto a la buena nutrición te hará lograr grandes cambios.
Encuéntrala en nuestra tienda como cinturilla de látex.