Hoy, quiero que conozcas mi experiencia con la faja posparto, precisamente cuando más la necesitaba. Si bien la maternidad es una de las etapas más lindas en la vida de cualquier mujer, produce múltiples cambios a nivel corporal que son importantes tratar desde un principio.
El posparto, por ejemplo, es un ir y venir de emociones que nos mantienen a tope todo el tiempo, bien sea por la alegría que ha llegado para quedarse en nuestras vidas (nuestros hijos), como también por las modificaciones que sufrimos físicamente y pueden afectar nuestra autoestima.
¿A qué conocemos como faja posparto?
Se trata de fajas de compresión baja que ayudan a moldear la figura luego de haber dado a luz en parto natural o cesárea, bajo la indicación del ginecólogo. Si bien hay múltiples modelos de fajas, su uso en la etapa de postparto se determinará por las características de la madre, tanto a nivel de compresión, como de talla y tiempo de uso.
¿Cuáles son sus ventajas?
No por nada la faja se ha transformado en la gran aliada para las mujeres después del parto. Sin embargo, es importante informarse antes de decidir por qué usarla y cuál sería la más conveniente.
En mi caso, las características que me parecieron más positivas iban enfocadas en la comodidad que aportan, como en la sensación de bienestar con mi cuerpo, luego de haber cambiado visiblemente en el embarazo.
Dentro de las ventajas más conocidas de las fajas postparto, están:
Soporte para la espalda y corrección de la postura:
A raíz del crecimiento de nuestra pancita a lo largo de 9 meses, solemos cambiar de postura y sufrimos dolores de espalda bastante frecuentes. La faja posparto te permite recuperar la postura anterior al embarazo, ya que sirve de soporte para la espalda y te ayuda a eliminar los dolores lumbares.
Punto a favor de tu autoestima:
Como una prenda ideal para moldear el cuerpo, será tu gran aliada. Evidentemente, si buscas reducir tallas y conseguir resultados más rápidos, debes acompañar su uso con una alimentación adecuada y ejercicios físicos recurrentes. Sin embargo, el cambio en tu autoestima sí lo notarás inmediatamente, al recuperar tu figura e incluso poder usar nuevamente ropa que quizá ya habías olvidado.

Esa sensación, sin duda, es un punto a favor en una etapa que apenas estamos iniciando, por lo cual necesitamos un toque de seguridad para hacerlo cada vez mejor.
Podrás moverte con mayor soltura:
Después de tantos días siendo cuidadosa ante cualquier movimiento, podrás sentir un apoyo para el día a día usando la faja, además, poco a poco terminará con esa sensación de vacío que sentimos después del parto.

Para conseguir verdaderos resultados, descubre más beneficios de las Fajas Comfort.
¿En qué casos está contraindicada?
Si bien, se trata de una prenda muy usada y recomendada, para tener una experiencia agradable y aprovechar todos los beneficios de las fajas, es sumamente importante contar con la opinión del ginecólogo antes de tomar cualquier decisión. Pues, cada cuerpo es distinto y sólo él sabrá, qué es lo más conveniente para tu salud.
Dicho esto, su uso está contraindicado si no planeas incorporar una rutina de ejercicios básica para que tu cuerpo también se tome la tarea de recuperarse gradualmente. Es decir, no debemos dejar que la faja haga todo el trabajo, sino que debe ser un proceso en el cual tomemos la decisión de sentirnos bien, usando faja y llevando una vida sana.
Por último, quiero agregar que lo más importante es disfrutar el proceso. Vivir cada etapa con plena conciencia de que no se trata de algo definitivo (si hablamos de los cambios corporales), pero además estar abiertas a integrar nuevos hábitos y prendas, como la faja, que nos harán el camino mucho más agradable.